Calendario de oración del FCM
Cuarta semana
Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, llegó Jesús y, puesto en medio, les dijo: ‘¡Paz a vosotros’! Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.
Entonces Jesús les dijo otra vez: ‘¡Paz a vosotros!’ Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y al decir esto, sopló y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo’.
Juan 20:19-22
Este relato del evangelio de Juan 20 comienza en un lugar de miedo y, sin embargo, avanza hacia un lugar de envío. Se trata de un encuentro con Jesús después de su resurrección, y nos ofrece un relato de la realidad del peligro en el mundo, que sin embargo, evoca la paz, la aceptación de riesgos con fidelidad y la transformación en presencia de Jesucristo. En nuestro texto, los discípulos se encierran en una habitación por miedo. Habían presenciado la ejecución de Jesús y estaban aterrorizados de ser los siguientes. Si las autoridades judías y el Imperio Romano podían matar tan fácilmente al Mesías, al que encarnaba el amor y la fuerza del Dios Todopoderoso, también podían aniquilar fácilmente a los discípulos. Así que los discípulos hacen lo que muchos de nosotros hacemos cuando nos sentimos ansiosos o amenazados: se encierran en sí mismos y cierran las puertas. Intentan mantenerse a salvo encerrándose en sí mismos.
En medio de su miedo, cuando los discípulos se habían aislado del mundo, aparece Jesús y les ofrece shalom, la paz que sobrepasa todo entendimiento humano. Jesús les dice: «Como me envió el Padre, así también yo os envío». Jesús los envía al mundo, para que todos puedan conocer la buena nueva del amor transformador de Dios. Los envía en el momento, no cuando son más valientes, no cuando lo han entendido todo, no cuando están más cómodos. Jesús envía a los discípulos tal como son: rotos, vulnerables, totalmente aterrorizados. Los envía con el aliento del Espíritu Santo, para que puedan compartir el amor y la paz de Dios con el mundo.
Nuestra oración esta semana es para que seamos embajadores del shalom de Dios en medio de un mundo que sufre. Así como Jesús envió a sus discípulos, también nos envía a nosotros. Oramos para que el Encuentro Mundial del FCM sea un tiempo de renovación y conexión, para que todos los que participen virtualmente o en persona puedan ser enviados como testigos de la paz de Dios.
Oraciones para la cuarta semana
Orar por los oradores, para que reciban el poder del Espíritu Santo para compartir la palabra de Dios.
Orar por los traductores e intérpretes, para que los participantes puedan oírse y entenderse mutuamente.
Orar por todos los que participen en el Encuentro, para que el amor de Cristo transforme sus corazones. Oremos para que todos los participantes sean comisionados como embajadores de la unidad en el nombre de Jesucristo.